Música

Saint Levant, una nueva voz que levanta cabeza por Gaza

El 22 de febrero, se estrenó el último videoclip de Marwan Abdelhamid, conocido por su nombre artístico Saint Levant. El corte le da título a su próximo álbum, Deira, cuyo lanzamiento está previsto para abril. Las influencias musicales y visuales del artista asocian sus dos identidades principales, la palestina y la argelina. Una buena ocasión para revisar su carrera musical y su compromiso político.

Todo empezó en Instagram y TikTok, las plataformas de su generación, a la que se le atribuye la letra Z. Fragmentos de videoclip, letras de canciones en tres lenguas, un look bien suyo. Primero se editaron algunos singles, después vino el primer EP, titulado “From Gaza with love”. El título anuncia los temas predilectos del cantante: Palestina y el amor. El éxito inmediato lo catapultó al frente de la escena. El New York Times y luego Le Monde le dedicaron entrevistas exclusivas. Y como suele suceder con los artistas que experimentan un ascenso fulgurante, sus detractores lo critican sin piedad. ¿Quién se cree que es este joven de 23 años, por más que sea trilingüe? ¿A quién representa? ¿Es palestino realmente? ¿Tiene derecho de hablar en nombre de Palestina? Preguntas que vuelven sin cesar. Como si la identidad palestina fuera inamovible y estuviera fija en clichés de tres palabras. Como si alejarse condenara a los artistas a la inautenticidad y a la occidentalización excesiva. Esto nos dice mucho sobre la idea que se tiene de Palestina, incluso entre quienes la defienden. Para ser palestino, no se puede levantar cabeza.

Hablar de Gaza en la fiesta de la revista GQ

El problema es que a Saint Levant no le gusta agachar la cabeza. Le gusta tomar caminos alternativos y sorprender con sus elecciones musicales y de indumentaria, que no pueden complacer a todo el mundo. Lleva una kefia florida, como su lengua. En sus primeras composiciones, rondando los veinte años, compartía el relato de sus conquistas amorosas, y de sus torpezas. Pero sabía reírse de sí mismo creando rimas graciosas. En su canción “From Gaza with love”, le propone a la modelo estadounidense de origen palestino Bella Hadid que lleve su apellido, Abdelhamid.

En noviembre de 2023, el joven artista integró el palmarés de los hombres y mujeres del año de la revista GQ1. Cuando visitó París para recibir el premio, los organizadores le pidieron explícitamente no hablar de Palestina. Pero el rapero no dio el brazo a torcer. Desde el estrado, habló de Gaza bajo las bombas y de la ocupación israelí, “que dura desde hace 75 años”. Visiblemente emocionado, mencionó el nombre de algunos niños que murieron, cuya historia le hubiera gustado poder contar. Quiere que no se olviden que las palestinas y los palestinos tienen “rostros, nombres, vidas”.

De Palestina a Argelia, pasando por Yugoslavia

Si bien el videoclip abreva en el imaginario de la resistencia y la contracultura, los motociclistas son un guiño de ojo al videoclip “Disco Maghreb” de DJ Snake, filmado en 2022 en Argelia. La cultura argelina también está presente por medio de la melodía chaabi (música popular argelina), que le da un tono al mismo tiempo melancólico y estimulante, con un toque de mandole y de derbake que remite a la otra identidad de Saint Levant.

Saint Levant - Deira ft. MC Abdul (Official Video) - YouTube

De hecho, su madre, Maria Mohammedi, es argelino-francesa, y su padre, Rachid Abdelhamid, palestino-serbio. Ambos se criaron en Argelia. En 1997, se mudaron a Gaza, donde Maria, jurista de formación, trabajaba para la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA). Allí se encontraron con los abuelos paternos de Saint Levant. Su abuelo es originario de Safad, al norte de Palestina, de donde fue expulsado cuando tenía unos 8 años, durante la Nakba de 1948. Llegó a Siria solo y luego obtuvo una beca de estudios en lo que entonces era Yugoslavia. Allí conoció a su esposa, y durante la década de 1960, la pareja se mudó a Argelia por trabajo: él, de ingeniero; ella, de médica. Vivieron allí hasta los Acuerdos de Oslo, tras los cuales se sumaron a la Autoridad Palestina en Gaza. El gusto de Saint Levant por la música probablemente provenga en parte de su abuela materna, que enseñaba esa materia en el licio francés de Argel.

Homenaje a su infancia en Gaza

Probablemente para terminar con las especulaciones sobre sus filiciaciones, Saint Levant eligió titular Deira su nuevo álbum y su corte principal, que se dio a conocer el viernes 23 de febrero y que habla de su relación personal con ese lugar. “Deira”, que en árabe palestino significa el barrio viejo, la medina o más en general el pueblo, remite al nombre que su padre, Rachid Abdelhamid, arquitecto y emprendedor cultural, le dio a un hotel, cuyos planos elaboró inspirándose en técnicas de construcción del sur de Argelia. Situado en Al-Rimal, un barrio residencial de la ciudad de Gaza, frente al mar, el hotel era hasta hace poco uno de las joyas de la ciudad, pero fue totalmente destruido por los bombardeos del ejército israelí de los últimos meses. Nacido en Jerusalén, Saint Levant pasó los primeros siete años de su vida en ese hotel, antes de que sus padres fueran obligados a partir a Jordania. Su sentido de pertenencia está comprendido entre el campo de refugiados de Al Chati y el barrio Al Rimal en Gaza, y tal como lo dice sin metáforas, allí comenzó su vida, antes del “triste exilio” del que habla en el corte musical.

Así, para Saint Levant, Palestina simboliza la madre patria. El videoclip realizado por Mattias Russo-Larsson se construye a partir de esa imagen. De la ciudad hasta las montañas, seguimos a jóvenes hombres y mujeres en moto, que a lo largo de su camino reúnen los componentes necesarios para confeccionar una tela. Al final del videoclip, el tejido recubrirá a una figura femenina que encarna a la madre y a Palestina. La postura digna de esta mujer, que le clava la mirada al espectador, evoca la perseverancia, el sumud citado en el poema de la joven actriz y autora Saja Kilani, cuya voz abre el corte. El relato en imágenes de la confección de la tela está entrecortado con secuencias donde se ve a Saint Levant en compañía de su invitado en este corte: el joven rapero MC Abdul. Rodeados de niños, ambos artistas cantan sus estrofas, una en árabe (mezcla de palestino y de argelino) y la otra, en inglés. La voz de Saint Levant, que ganó control y madurez, se alía perfectamente con la del joven rapero gazatí de 15 años que acaba de instalarse en Los Ángeles y que también afirma su pertenencia palestina con una sola frase pronunciada en árabe, y sin embargo tan penetrante: “Nada iguala a Palestina”.

Mecenas para los creadores palestinos

Heredero de esa historia familiar, Saint Levant no es solamente un cantante trilingüe con múltiples nacionalidades que ahora vive en Los Ángeles. Su nombre artístico solo puede ser el fruto de una torpeza orientalista y no una parodia graciosa del nombre del diseñador Yves Saint Laurent. Sin embargo, esa es una estrategia de reapropiación frecuente en el hip-hop. Al perdernos en debates estériles sobre la autenticidad de sus filiaciones, nos olvidamos de la carrera musical y política de este joven artista que no teme en expresar sus convicciones a viva voz.

El álbum Deira, cuyo lanzamiento está previsto para abril, marca una etapa importante de su carrera. La obra contiene ocho cortos que son odas a Palestina y al amor. A través de ellos, Saint Levant habla de sus decepciones de una manera conmovedora y rinde homenaje a sus allegados y a los lugares que lo marcaron y lo construyeron. Para esta ocasión, firmó con SALXCO, el sello discográfico del artista canadiense The Weeknd, pero mantuvo una importante independencia en sus elecciones artísticas. Saint Levant estudia la creación de su propia discográfica y lanzó la iniciativa “2048 Fellowship” para financiar proyectos de artistas y de creadores palestinos que quieren expresar, como él, sus convicciones políticas y sus sueños de una palestina libre.

1NDLR. Clasificación de la revista estadounidense de moda y de cultura GQ, cuya versión en francés existe desde 2008.