¿Por qué los judíos se fueron del Magreb?

En 1948, se estimaba que en el Magreb había más de 500.000 judíos (250.000 en Marruecos, 130.000 en Argelia, 90.000 en Túnez, 36.000 en Libia). En ese entonces representaban la mitad de la comunidad judía del mundo árabe. Actualmente, en la región quedan apenas 5.000. El éxodo masivo se debe a la colonización europea, al surgimiento del nacionalismo sionista y al nacionalismo árabe no inclusivo.

El peso colonial

La colonización europea trastocó profundamente la convivencia entre la comunidad judía y la musulmana. Francia implementó una política de asimilación de los judíos de Argelia, otorgándoles la ciudadanía francesa por medio del decreto Crémieux de 1870. Haciendo uso de la consigna “divide y reinarás”, separó a los judíos de los musulmanes, pronto sometidos al drástico Código del Indígena. Tras 1881, los judíos tunecinos escolarizados en escuelas francesas se asimilaron a la cultura y a la lengua francesas. Entre 1924 y 1939, 6.667 judíos tunecinos obtuvieron la nacionalidad francesa gracias al decreto de extensión de la nacionalidad.

Bajo el régimen de Vichy, en el Magreb se tomaron severas medidas antijudías. En Marruecos, los médicos y los abogados judíos fueron apartados, al igual que en Argelia, donde fue derogado el decreto Crémieux, mientras que en Túnez se suprimió la prensa judía. Excluidos de la función pública y desprovistos de derechos políticos, muchos sufrieron la expropiación de sus bienes, y a veces fueron detenidos en redadas. Los judíos de Libia, por su parte, fueron aprisionados y luego deportados tras la adopción en Italia de las leyes raciales de 1938.

Israel y la Agencia Judía

En 1948, en las ciudades marroquíes de Uchda y Yerada estallaron revueltas antijudías luego de la proclamación del Estado de Israel. Ya desde 1945 se registraban agresiones en Trípoli. En 1949, 14.000 personas –el 45% de la población judía de Libia– dejaron el país rumbo a Israel con ayuda de la Agencia Judía. A partir de 1948, esa organización sionista, encargada originalmente de la administración de la comunidad judía en la Palestina bajo Mandato británico, jugó un papel fundamental en la partida de los judíos del Magreb.

El desafío nacionalista

El acceso a las independencias reforzó el nacionalismo árabe-musulmán en el Magreb, aunque hubo militantes judíos comunistas y antisionistas que participaron en los movimientos de liberación nacional, como Georges Adda en Túnez, Daniel Timsit en Argelia y Abraham Serfaty en Marruecos. Tras la independencia de Marruecos, las actividades de la Agencia Judía, hasta entonces semilegales, en principio estuvieron prohibidas, aunque eran más o menos toleradas: así fue desarrollándose una red de emigración clandestina. Entre 1955 y 1956, unos 60.000 judíos dejaron Marruecos para instalarse en Israel. Ese éxodo continuó hasta que en 1961 el rey Hasán II autorizó a los judíos a emigrar a Israel. Entonces partieron 80.000 judíos marroquíes, que en muchos casos eran muy pobres. Tras la guerra árabe-israelí de 1973, en un clima cada vez más hostil, se instalaron en Francia 40.000 judíos de Marruecos.

En Argelia, un atentado contra un café judío en Constantina y los frecuentes enfrentamientos con la comunidad musulmana impulsaron en 1956 la emigración de los judíos hacia Francia. En plena guerra de liberación, los judíos solían estar asociados con Francia, a pesar de que estuvieron presentes –en un número limitado, es cierto– en el Frente de Liberación Nacional (FLN). Después de 1962, casi todos ellos, de nacionalidad francesa, dejaron Argelia para instalarse en Francia.

La Agencia Judía también organizó partidas de judíos árabes a partir de 1949 y aprovechó el creciente sentimiento de inseguridad tras la adhesión de Túnez a la Liga Árabe en 1958. Los comerciantes judíos tenían más dificultades para obtener autorizaciones de importación-exportación, y en la administración pública había cada vez menos miembros de la comunidad. La guerra de junio de 1967 generó revueltas que tenían como blanco tiendas judías y la Gran Sinagoga de Túnez. Los judíos abandonaron el país en masa y se instalaron en Francia. En coordinación con las autoridades italianas, el mismo éxodo tuvo lugar en Libia, pero con destino final Italia.