Información libre. De la emergencia climática a las emergencias democráticas

¿Está por caer la noche en Oriente? Hace unos días, mientras Egipto recibía –y con gran pompa– a los dirigentes del mundo entero en Sharm el-Sheij para celebrar una conferencia internacional sobre el medio ambiente donde no se trató ningún asunto verdaderamente importante, miles de militantes y de periodistas egipcios seguían pudriéndose en las oscuras cárceles del régimen del mariscal Abdelfatah El-Sisi. En huelga de hambre desde hace seis meses, Alaa Abd El Fatah también comenzó una huelga de sed que puso su vida en peligro.

No lejos de ahí, Benjamín Netanyahu, indestructible dirigente de la derecha israelí, va a gobernar su país con una extrema derecha religiosa y colonialista, pero también racista, misógina y homófoba, cuyos partidarios gritaban “muerte a los árabes” en los mítines electorales. Algunos de ellos participan en las demostraciones de violencia contra los palestinos en Jerusalén Este y en Cisjordania ocupada.

Las esperanzas esfumadas de la Revolución egipcia de 2011, la opresión de Palestina, la arrogancia de Israel, la estrategia iraní, las migraciones en el Mediterráneo, la ausencia de una política concreta para luchar contra el calentamiento global en los países del Magreb y de Oriente Próximo son temas que Orient XXI sigue de cerca, gracias a su red de cerca de mil autoras y autores, periodistas hombres y mujeres, expertos y expertas, y universitarias y universitarios.

Desde su lanzamiento hace casi diez años, con frecuencia en asociación con nuestros colegas de la red de Medios Independientes sobre el Mundo Árabe (7Iber en Jordania, Assafir al-Arabi y Mashallah News en el Líbano, Mada Masr en Egipto, Maghreb Émergent en Argelia, Nawaat en Túnez, Al-Jumhuriya fundado por sirios en el exilio y finalmente BabelMed), Orient XXI analiza minuciosamente los desafíos ambientales particularmente agudos en una zona mayormente árida, si no desértica. En el mundo árabe, el calentamiento climático podría hacer que territorios enteros pasen a ser inapropiados fisiológicamente para la vida humana.

Sin embargo, aunque sean candentes, estas cuestiones todavía les interesan poco a los medios de la región. Para tratarlas, se requiere un meticuloso trabajo de búsqueda de información fiable e investigaciones de terreno a veces delicadas, sobre todo cuando se topan con potentes intereses locales.

Investigar para saber, analizar para comprender, contar para dar a conocer: estos tres pilares del periodismo son los fundamentos mismos de la identidad de Orient XXI. Pero cuesta cada vez más caro, ya que los obstáculos –regímenes autoritarios que manifiestan una aversión por la información libre, vigilancia policial con herramientas cada vez más sofisticadas, omnipresencia de comunicadores a cargo de elaborar fábulas para los periodistas– son numerosos. Las amenazas son mortales, no lo olvidemos. Basta con recordar el asesinato de nuestra colega Shireen Abu Akleh el 11 de mayo de 2022 en Yenín por un tirador de las fuerzas de ocupación israelíes. Por más que Israel diga ser democrático, el país no duda en hacer desaparecer a periodistas molestos, al igual que Egipto y Arabia Saudita.

A esta realidad de la situación en Palestina, Orient XXI responde con sus recursos, los del periodismo. En la primavera boreal de 2022 fuimos al norte de Cisjordania para reunir los testimonios de campesinos palestinos hostigados por los colonos. Recientemente, nos hemos reunido en Tel Aviv con los periodistas de Haaretz, el periódico liberal que con el paso de los años se ha convertido en el único medio que informa en Israel sobre la tragedia vivida por los palestinos.

Pero investigar exige contar con recursos, tiempo y tenacidad. Las investigaciones que publicamos en el otoño boreal de 2022 sobre la estrategia de influencia de los Emiratos Árabes Unidos en Francia o sobre la venta de armas francesas a los beligerantes extranjeros de la guerra en Yemen requirieron varias semanas de trabajo de cotejo y verificación de información que hasta entonces permanecía en las sombras.

Para ser accesible a todas y todos, Orient XXI opta por seguir siendo gratuito y multiplicar sus lenguas de publicación: primero el árabe, luego el inglés, el persa, el español y, desde hace poco, el italiano. Necesitamos su valiosa contribución, su apoyo para continuar con nuestros esfuerzos y aumentarlos. Para brindar una información inédita, original e independiente, lanzamos una campaña de donaciones por un monto de 45.000 euros.

Para el público francés, le recordamos que sus donaciones están desfiscalizadas en un 66%. Cien euros donados a Orient XXI solo le costarán 34 euros. El monto al que aspiramos es muy pequeño en comparación con los recursos de los megamillonarios que poseen la mayor parte de la prensa francesa, desde Vincent Bolloré hasta Patrick Drahi, pasando por Xavier Niel o Bernard Arnault, pero es mucho para seguir investigando y luchando contra las leyes del silencio.