¿Hay que decir “Oriente Próximo” u “Oriente Medio”?

En la mayor parte de los medios de comunicación y en la vida cotidiana, las denominaciones “Oriente Próximo” y “Oriente Medio” suelen utilizarse de manera indistinta, ya que se considera que ambos términos son en cierto modo sinónimos. Esto es corroborado por innumerables motores de búsqueda de imágenes en internet y por la enciclopedia Wikipedia: en términos generales, los resultados despliegan los mismos mapas, cualquiera sea la palabra buscada.

DENOMINACIONES OCCIDENTALES

“Oriente Próximo” y “Oriente Medio” son nociones occidentales que aparecieron en el cambio del siglo XIX al siglo XX. Se trata de conceptos creados por la principal potencia de ese entonces, Reino Unido, que estaba preocupado por la seguridad de la conexión entre la metrópolis y la perla de su imperio colonial, India. Con el debilitamiento del imperio otomano y la excavación del canal de Suez, para Londres se vuelven estratégicas dos regiones: el “Near East”, que en un principio comprende sobre todo los Balcanes, que Rusia intenta controlar, y luego se centra progresivamente en torno a Turquía y la orilla oriental del Mediterráneo, donde intentan implantarse los rivales francés y alemán, y el “Middle East”, en torno a Persia, presa del expansionismo ruso. Si bien el significado exacto de ambas expresiones no es muy preciso y puede variar según el autor que las emplee, la distinción parece fijarse en función de la distancia a las islas británicas (y luego por extensión a Europa). De manera más general, la palabra “oriente” designa etimológicamente uno de los cuatro puntos cardinales, el este, allí donde nace el sol: así que las denominaciones solo tienen sentido a partir de un determinado punto de referencia, que en este caso es Europa.

“Oriente Próximo” y “Oriente Medio” son dos expresiones que fueron popularizándose gradualmente a comienzos del siglo XX, pero también aparecieron otros términos a intervalos más o menos regulares. Así, recientemente, el concepto de “Gran Oriente Medio” fue empleado por el presidente estadounidense George W. Bush a comienzos de la década de 2000. Al igual que los ya mencionados, ese término trasluce una cierta visión del mundo, propia a los Estados Unidos de comienzos de siglo, que ven esa región, de Marruecos a Afganistán, principalmente a través de un prisma religioso. Esa perspectiva también va acompañada de una estrategia política particular, que en este caso se correspondía con el proyecto emprendido por Washington de democratización por la fuerza de varios de esos países.

¿CUÁLES SON SUSMITES?

Actualmente, los límites de Oriente Próximo y Medio siguen siendo muy borrosos. Por cierto, Oriente Próximo a veces se considera parte integrante de Oriente Medio, a veces como una región distinta.

En Francia, el primer término designa por lo general los Estados de la margen oriental del Mediterráneo: Egipto, Turquía, Israel, Palestina, Siria, Líbano, a los que se agrega Jordania; el segundo comprende Irak, Irán y los países de la península arábiga, incluso Afganistán y Pakistán (con o sin los países anteriormente citados de Oriente Próximo).

La elección de privilegiar un término u otro y sus delimitaciones en realidad dependerá del punto de vista adoptado. Si pensamos en la política actual de Estados Unidos en la región, utilizaremos más bien el concepto de “Oriente Medio”, en la acepción más abarcadora. Si nos interesa la presencia francesa en la historia, nos restringiremos más bien al “Oriente Próximo” (sobre todo el Líbano y Siria). Si queremos estudiar los intereses económicos, como los recursos hidrocarburíferos, probablemente habrá que privilegiar “Oriente Medio” con un sentido más limitado (Irak, Irán, países del Golfo), etc.