¿Por qué Chipre sigue dividida?

La isla de Chipre ingresó a la Unión Europea en 2004, y desde 1974 está escindida en dos partes: una turca y una griega. Una y otra viven de manera casi independiente. Esta escisión es el fruto de un proceso histórico complejo que se remonta a la historia colonial de la isla.

El nombre “Chipre” viene del griego kupros, que significa “cobre”. La isla jamás perteneció a la Grecia moderna. Fue bizantina hasta 1192, después pasó a manos de los Cruzados y luego de los Venecianos, hasta la conquista otomana en 1571. Gracias al sistema del mijo, que organizaba la convivencia entre súbditos musulmanes y no musulmanes del imperio, la población pudo conservar su identidad étnica, cultural y religiosa helénica. En 1878, luego del Congreso de Berlín y de la derrota de los turcos ante Rusia, la isla pasó bajo control británico.

UNA INDEPENDENCIA BAJO INFLUENCIA

En la década de 1950, el yugo colonial empezó a ser cuestionado, principalmente por los nacionalistas griegos. En 1955, crearon la Organización Nacional de Combatientes Chipriotas (Ethnikí Orgánosis Kypríon Agonistón), cuyo objetivo era anexar la isla a Grecia (Enosis), y contaba con apoyo de la Iglesia Ortodoxa. Pero los chipriotas turcos, minoritarios, veían la independencia como una amenaza, y en 1957, apoyados por Ankara, crearon la Organización de Resistencia Turca (Turk Mukavemet Teskilati), favorable a una división del territorio. La potencia colonial británica no dudó en explotar esas divisiones y enroló auxiliares musulmanes turcos en la policía, lo que atizó el odio.

Chipre obtuvo la independencia en 1960, pero durante esa década, los trastornos intercomunitarios se acentuaron. En 1964, hasta se desplegaron tropas de la ONU para el mantenimiento de la paz. El 15 de julio de 1974, oficiales griegos fomentaron un golpe de Estado contra el presidente y arzobispo Makarios III. Cinco días más tarde, Turquía intervino militarmente en nombre de la protección de los intereses de la minoría turca y ocupó el norte de la isla.

OCUPACIÓN TURCA

Desde entonces, Turquía nunca se ha ido del norte de la isla, y Chipre está cortado en dos por una línea divisoria, la línea “Atila”, también llamada “línea verde”. Esa división generó una transferencia de poblaciones, y en la nueva República Turca del Norte de Chipre –autoproclamada en 1983 y reconocida solamente por Ankara–, Turquía llevó adelante una política de colonización. En ella habría unos 100.000 colonos turcos, protegidos por unos 30.000 soldados.

Los intentos de negociación bajo el auspicio de la ONU han fracasado sistemáticamente. El 24 de abril de 2004, el referéndum sobre el plan de reunificación federal propuesto por la ONU fue extensamente rechazado por los griegos, y en cambio fue ampliamente aprobado por los turcos.

En mayo de 2004, la parte griega de la isla, reconocida internacionalmente, entró en la Unión Europea. Las últimas tentativas de mediación, en 2017, fracasaron.

Actualmente, la isla se encuentra en el centro de las preocupaciones geoestratégicas de Turquía. Ankara quiere aprovechar los nuevos yacimientos descubiertos en el Mediterráneo oriental. Los chipriotas griegos, por su parte, se aliaron con Israel, rival de Ankara. Desde septiembre de 2020, Ankara mantiene un conflicto latente con Grecia sobre cuestiones relativas a perforaciones gasísticas y a la delimitación de la zona marítima exclusiva.

En ese contexto, Atenas condenó firmemente la visita del presidente turco Recep Tayyip Erdogan a la ciudad de Varosha, el 15 de noviembre de 2020. Símbolo de la historia tormentosa del país, esa antigua ciudad balnearia fue abandonada por sus habitantes luego de la invasión turca de 1974. Erdogan abogó allí por una solución a dos Estados.